La primera víctima oficial era un cliente de un mercado de la ciudad de Wuhan.
La enfermedad acabó con la vida de más de siete millones de personas en todo el mundo.
España registró el primer caso de covid-19 el 31 de enero de 2020.
Hace ahora cinco años, China comunicó la primera muerte de un hombre por una enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2. Lo que en un principio aparecía como un misterioso virus altamente contagioso provocó la mayor pandemia de la historia.
La enfermedad causada por el virus, conocida en la actualidad como covid-19, acabó con la vida de más de siete millones de personas en todo el mundo. Propició confinamientos masivos y el cambio global de costumbres y protocolos que un lustro después recordamos aún como una pesadilla.
De aquel comunicado de China alertando de la primera muerte por neumonía causada por un misterioso virus que acechaba a la metrópolis de Wuhan, con 11 millones de habitantes, solo trascendió que la víctima era un hombre de 61 años que hacía habitualmente sus compras en un mercado donde se vendían animales salvajes vivos, considerados los posibles transmisores del virus a los humanos. El mercado quedó clausurado desde entonces y bajo sospecha de ser el gran foco propagador de la enfermedad, junto al Instituto de Virología de la ciudad.
No era, sin embargo, la primera vez que China alertaba de virus virulentos, como el de la gripe aviar, y tomaba medidas drásticas por contagios masivos.
En pocas semanas, la enfermedad se había extendido por el mundo. España registró el primer caso de covid-19 el 31 de enero de 2020. 42 días después, la situación sanitaria llevó al Gobierno a declarar el estado de alarma para frenar la expansión del virus, en principio para 15 días, aunque la situación se prolongó durante 3 meses.
El mundo se llenó de mascarillas, de hospitales saturados, de enfermos y de ancianos aislados. Las muertes se contabilizaban a diario. Fueron meses de resignación, y también de protestas contra lo que se consideraba una situación de total incertidumbre.
Un lustro después, el covid-19 ha cambiado la vida de millones de personas. Para muchos parece que fue una pesadilla ocurrida ayer, y otros conviven con las secuelas de la enfermedad. Dejó numerosos aprendizajes, como el uso de la mascarilla para evitar propagar cualquier enfermedad respiratoria, y medidas y protocolos por si vuelve a ocurrir algo similar. Y lo peor: más de siete millones de personas que perdieron la vida.
En Wuhan la vida sigue. Cinco años después, sus habitantes aseguran sentirse muy seguros, y preparados ante cualquier rebrote.