Aislados decenas de vecinos que viven en casas diseminadas a las que solo es posible acceder por caminos rurales destruidos por la riada.
A partir de este jueves no se prevén más avisos meteorológicos en Málaga.
El Valle del Guadalhorce es una de las zonas más afectadas por el paso de la dana en la provincia de Málaga. Por su proximidad a la desembocadura del río, Álora es uno de los municipios que más daños ha sufrido.
La crecida del río, que ha alcanzado más de doscientos metros de anchura, dejó sepultados los pozos que surten de agua potable a la localidad. Este miércoles Álora era un pueblo anegado de barro y lodo, y sin posibilidad de realizar trabajos de limpieza porque no tienen agua, como explica su alcalde, Francisco Martínez.
El regidor confirma que todavía quedan unos doscientos vecinos aislados, porque viven en casas diseminadas a las que solo es posible acceder por caminos rurales por los que aún no se puede transitar.
Otras vías van recobrando la normalidad, según Javier Salas, subdelegado del Gobierno en Málaga.
En la población, de cerca de 14.000 habitantes, se vivieron el martes por la tarde horas dramáticas. Llegaron a caer 178 litros y hubo que rescatar a decenas de personas. Una de las zonas más afectadas fue la barriada de la Estación.
No se esperaban una crecida del río Guadalhorce de tal magnitud, a pesar de las previsiones meteorológicas. En 2012 una riada causó daños similares en el pueblo e incluso se llevó por delante el puente de hierro, del que una parte descansa todavía a modo de monumento en una rotonda a escasos metros del río.
El camino desde Álora hasta Málaga, donde desemboca el río Guadalhorce, deja un rastro de campos inundados, la mayoría de cítricos, y un continuo barrizal junto a un río revuelto y lleno, a pesar de la sequía: "Lo malo es que todo este agua va al mar", se lamentan los vecinos.
El temporal azotó también otros municipios cercanos como Cártama, Pizarra o Alhaurín de la Torre, donde el desbordamiento del río Guadalhorce provocó también importantes inundaciones.
A partir de este jueves, no se prevén más avisos meteorológicos en Málaga.