La vista con jurado ha comenzado en la Audiencia de Jaén.
El acusado se enfrenta a 25 años de cárcel.
La víctima había roto con él varias veces por su comportamiento dominante y celoso.
La asesinó cuando ella accedió a ayudarle con una mudanza.
La Audiencia de Jaén acoge desde este lunes el juicio con jurado a un hombre de 47 años acusado del asesinato en febrero de 2021 de una mujer en Linares. Se enfrenta a una petición de pena de 25 años. El Ministerio Fiscal le acusa de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con la agravante de género. El hombre mantenía con la víctima, de 57 años, una relación sentimental intermitente.
Según relata la Fiscalía en su escrito de calificación, el acusado y la víctima había roto su relación en más de una ocasión por los "celos obsesivos del acusado, que no soportaba que la misma saliera con otras amistades", lo que motivó también el rechazo absoluto de los hijos de ella.
La Fiscalía señala que la fallecida tuvo que bloquear al acusado en su móvil en algunos momentos, ante la insistencia del mismo, que "no entendía una negativa a verle por parte de ella, considerándola como de su pertenencia, ejerciendo así una situación de dominio y superioridad, como si fuera un mero objeto de su propiedad".
Cuando el acusado presuntamente cometió el asesinato se había producido un nuevo acercamiento entre ellos. El acusado contactó con ella explicando que residía en una pensión en el cercano municipio de Bailén (Jaén) y que necesitaba ayuda para buscar un piso. De este modo, por mediación de la víctima, el propietario del piso de la calle Santiago donde ocurrieron los hechos se lo alquiló.
El acusado volvió a llamarla por si podía echarle una mano en la mudanza, a lo que ella accedió. La mujer acudió al domicilio el 2 de febrero de 2021 para ayudarle a instalarse, pero ya no salió con vida del piso. Fue en el interior de esa vivienda donde el acusado, que reconoció los hechos en el momento de su detención, comezó a "golpearla salvajemente de manera sorpresiva e inesperada" hasta que perdió la vida como consecuencia de un shock hemorrágido.
El Ministerio Público detalla que la golpeó con los puños y le propinó múltiples patadas, "impidiendo cualquier clase de defensa hacia esta agresión". Hasta 36 lesiones diferentes aparecen detalladas en el escrito de calificación para argumentar el ensañamiento del acusado sobre su víctima.
La Fiscalía pone también pone el acento en que el acusado asesinó a esta mujer "por el mero hecho de ser mujer, y con intención de dejar patente su sentimiento de superioridad y dominación sobre la misma". Una vez que ya la había asesinado, al amparo de la noche, trasladó el cuerpo hasta unos contenedores en la calle Baños, situados junto al antiguo mercado de abastos de Linares, donde finalmente fue hallado por operarios de la recogida de la basura.
Fue sobre las 3,47 horas del día 3 de febrero cuando en la sala del 091 se recibió una llamada en la que se comunicaba la presencia del cadáver de una mujer en la calle Baños, junto a unos contenedores, y que presentaba "síntomas de haber sido agredida". Fueron los operarios de la recogida de basura los que alertaron a la Policía Local y ésta a su vez, dio aviso a la Policía Nacional.
Inmediatamente, varias patrullas se dirigieron al lugar y encontraron el cuerpo, por lo que se activó el protocolo de aparición de cadáver. Sin embargo, los agentes observaron un reguero de sangre que iba hacia la calle Santiago, paralela a donde se encontró el cuerpo y a unos 50 metros de distancia.
Tras seguir el rastro, los agentes entraron en un bloque del número 34 de la calle Santiago. Una vez allí, comprobaron que "la sangre llevaba hasta un ascensor y, concretamente, hasta un segundo piso". Los policías llamaron a la puerta pero nadie abrió, por lo que solicitaron la presencia de los Bomberos para forzar la entrada.
Ya en el interior encontraron al detenido con la ropa manchada de sangre. Fue entonces cuando manifestó a los agentes que, efectivamente, había sido él. Tras su detención, la autoridad judicial decretó su ingreso en prisión donde permanece de forma preventiva a la espera de la celebración del juicio.
Además de los 25 años de cárcel, pide que se le impongan otros diez años de prohibición de comunicarse y acercarse a los tres hijos de la fallecida para los que se reclama una indemnización de 100.000 euros.
La defensa pide que se califiquen los hechos como homicidio con el atenuante de trastorno mental transitorio y confesión.